♫ Levántate ♫
Mathias Ebert con familia y amigos
¡Levántate!
Como una semilla caes en la tierra,
cubiertos, a menudo oprimido, sin luz –
a menudo desesperado, resignado porque no pasa nada,
sin esperanza, sin fuerza, sin vista.
Los milagros nunca ocurren de otra manera
solo, sin poder ni fuerza.
Rellenas los defectos tú mismo, estás contento de aceptar el precio,
porque sabes que lo divino está creciendo.
Levántate y alza tu voz,
levántate y da la cara.
Creces más allá de ti mismo, tus raíces son profundas y firmes –
¡ni la muerte ni el diablo temes ahora!
Qué puedo mover por mi cuenta,
qué puedo hacer por mí mismo,
te preguntas, te das la vuelta
y no puedes creer lo que ven tus ojos –
¡cuanto de divino crece en la luz de la mañana!
Todo depende de mí, todo el mundo lo ve ahora,
de mí y de ti, unidos en el corazón.
Lo que me falta, lo que nos atormenta, no lo juzgo,
sino que yo mismo cubro todas las carencias.
Levántate y mantente en pie cuando llegue la tormenta,
mantente firme, conviértete en la luz con nosotros –
hasta que la oscuridad huya y la tormenta se aclare,
hasta que toda la humanidad vea a Dios en sí misma.
Reconócete a ti mismo, reconoce quiénes somos,
¡reconoce tu naturaleza divina!
Toma el destino en tus manos para ti y para cada país
y construye un nuevo mundo con nosotros.
Levántate y alza tu voz,
levántate y da la cara.
Creces más allá de ti mismo, tus raíces son profundas y firmes –
¡ni la muerte ni el diablo temes ahora!
Levántate y mantente en pie cuando llegue la tormenta,
mantente firme, conviértete en la luz con nosotros –
hasta que la oscuridad huya y la tormenta se aclare,
hasta que toda la humanidad vea a Dios en sí misma.
Hasta que la oscuridad huya y la tormenta se aclare,
hasta que toda la humanidad vea a Dios en sí misma.
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